El vínculo inquebrantable entre los perros y los lobos

En nuestro viaje hacia el entendimiento de la salud y la nutrición de nuestros queridos perros, es crucial conocer las raíces de estos fieles amigos. Comencemos por explorar los lazos ancestrales que unen a los perros y a los lobos, y cómo estos lazos influyen en las necesidades nutricionales específicas de nuestros compañeros de cuatro patas.

Es importante comprender que el perro es una subespecie del lobo. Y hace 65 millones de años, durante el periodo de paleoceno, sus ancestros (miacidae) comenzaron a evolucionar dando como resultado a los carnívoros estrictos (gatos) y a los facultativos (perros).

Los carnívoros facultativos, obtienen su energía y nutrientes esenciales principalmente de proteínas y grasas animales. Sin embargo, lo que los hace únicos es su capacidad para sobrevivir durante cortos períodos de tiempo con alimentos vegetales cuando no tienen acceso a fuentes de carne. Esto se debe a su anatomía y fisiología adaptadas para una dieta carnívora, pero con la flexibilidad para aprovechar recursos vegetales en situaciones extremas. 

Es esencial reconocer las adaptaciones que los perros han desarrollado en convivencia con la alimentación proporcionada por los humanos durante el proceso de domesticación. También es crucial considerar la manipulación genética en la creación de razas. Aunque se pretenda emular una alimentación natural ancestral, es necesario tener en cuenta las particularidades específicas de cada raza o cruce.

En el transcurso de la domesticación, los perros han ajustado su fisiología para procesar y asimilar eficientemente los alimentos provenientes de la convivencia con los seres humanos. Si bien sus ancestros lobos se dedicaban principalmente a la caza de presas, los perros domésticos han demostrado una notable flexibilidad en su capacidad digestiva, adaptándose a una dieta más variada que incluye cereales y otros alimentos procesados.

La manipulación genética, inherente a la creación de razas específicas, ha influido en las necesidades nutricionales y en la capacidad de los perros para asimilar diversos alimentos. La selección artificial y la cría selectiva han dado lugar a la diversidad de razas con características particulares, desde habilidades específicas hasta aspectos físicos distintivos.

En el escenario actual, a los perros se les alimenta de una gama diversa de insumos, desde croquetas comerciales hasta dietas caseras preparadas por sus familias. La variedad de opciones alimenticias destaca la importancia de reconocer las necesidades individuales de cada perro, considerando factores como su edad, tamaño, nivel de actividad y estado de salud entre otras.

Aunque algunos propietarios buscan replicar una dieta más «natural» o ancestral para sus peludos, es esencial trabajar en estrecha colaboración con un veterinario nutricionista. Esto garantiza que los perros reciban una nutrición equilibrada y todos los nutrientes esenciales, salvaguardando así su bienestar a lo largo de la vida.

Comparación con los Omnívoros, como los humanos:

Es importante destacar que, a diferencia de los omnívoros como nosotros, los perros no pueden obtener todos los nutrientes esenciales de los alimentos vegetales a largo plazo. Para nosotros, los humanos, la carne no es esencial para nuestra supervivencia durante largos períodos, ya que podemos adquirir los nutrientes necesarios de una dieta más variada y sin proteína animal.

Conocer esta estrecha relación entre los perros y sus ancestros lobos es esencial para comprender sus necesidades nutricionales. Alimentar a nuestros fieles amigos con una dieta que respeta su herencia genética y sus hábitos transgeneracionales es una forma fundamental de garantizar salud y felicidad a lo largo de sus vidas.

¿Cuáles son las particularidades del perro que debemos conocer para incorporar correctamente a su dieta?

Los perros poseen mandíbulas excepcionalmente, fuertes y diseñadas para realizar mordidas verticales. Cuentan con 42 dientes dispuestos estratégicamente para cortar, rasgar y triturar los alimentos. La disposición de sus molares, anchos y puntiagudos, les brinda la capacidad de aplastar huesos de manera efectiva, facilitando así la obtención de nutrientes esenciales. Uno de los aspectos notables es que el esmalte dental de los perros es cinco veces más delgado que el de los humanos, lo cual implica una mayor susceptibilidad a problemas dentales y la necesidad de una atención dental adecuada. En cuanto al sentido del gusto, los perros cuentan con alrededor de 1700 papilas gustativas, permitiéndoles saborear una amplia variedad de alimentos. A pesar de ser principalmente carnívoros, conservan la capacidad de percibir el sabor dulce, un rasgo que deriva de su naturaleza «carroñera». Los perros carecen de amilasa salival, una enzima crucial para pre-digerir los carbohidratos presentes en los cereales, ya que la digestión de los mismos comienza en la boca. El estómago de los perros puede expandirse significativamente, alcanzando volúmenes de hasta 8 litros en especies gigantes. Sin embargo, es esencial tener precaución con las razas más pequeñas, ya que podrían enfrentar problemas de salud relacionados con la ingesta excesiva de alimentos. La acidez estomacal de los perros, es inferior a la de los humanos. Esto les confiere la capacidad de digerir huesos y combatir bacterias dañinas que podrían ingerir al consumir presas. El proceso de digestión en el estómago de un perro tiene una duración de hasta 2 horas, mientras que el tiempo total de tránsito de la comida a través del estómago y los intestinos oscila entre 8 y 14 horas. Los intestinos delgado y grueso de los perros son más cortos que los de los humanos. Están especialmente adaptados para digerir proteínas y grasas, no para procesar el almidón de los cereales. Los perros, al tener intestinos un poco más largos que los gatos, pueden asimilar una pequeña cantidad de verduras en su dieta. Comprender estas características anatómicas y digestivas es crucial para proporcionar una nutrición adecuada a nuestros queridos amigos caninos. ¡Cuidemos de ellos con conocimiento y atención!

Descifrando las necesidades nutricionales de nuestros queridos caninos

A la pregunta que muchos tutores de perros se hacen es: ¿Qué necesitan nuestros perros para mantenerse saludables y felices? Yo lo resumo en una dieta equilibrada que proporcione los nutrientes esenciales y facilite la síntesis de otras sustancias generadoras de bienestar, saciedad y energía. Estos nutrientes se dividen en varias categorías importantes, entre las que se incluyen los ácidos grasos, los aminoácidos, las vitaminas, los minerales, el oxígeno y, por supuesto, el agua. Las fuentes principales de estos nutrientes son, en su mayoría provienen de los tejidos animales. En cuanto a la regulación endocrina y nutrición, nuestros perros requieren una ingesta adecuada de lípidos y proteínas para mantener su equilibrio endocrino. A diferencia de los humanos, los perros y gatos no tienen necesidades nutricionales de carbohidratos en su dieta. Esto significa que no es necesario proporcionar fuentes de carbohidratos en su alimentación diaria. Aunque hierbas, pasto, legumbres, verduras y frutas pueden no aportar nutrientes esenciales, desempeñan un papel importante en la función de la movilidad intestinal y en la salud de la microbiota intestinal de nuestros amigos de cuatro patas. Los fitonutrientes son compuestos bioactivos presentes en plantas que también ofrecen beneficios para la salud de los perros, a pesar de su naturaleza carnívora. Estudios han sugerido que estos compuestos pueden tener efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antineoplásicos e inmunomoduladores en sus sistemas. Algunos fitonutrientes, como los polifenoles y los carotenoides por ejemplo, han demostrado ser aliados en la lucha contra el estrés oxidativo y en la protección de órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones en perros. Además, se ha observado que tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ser especialmente beneficiosas en afecciones inflamatorias crónicas. Es esencial recordar que, aunque los fitonutrientes no son esenciales en la dieta de nuestros amigos caninos, la inclusión de ciertas cantidades puede brindar beneficios adicionales para su salud. En última instancia, proporcionar a nuestros perros una dieta equilibrada que respete sus necesidades nutricionales específicas es la clave para mantenerlos felices, saludables y llenos de vitalidad a lo largo de sus vidas. ¡Cuidemos de ellos como se merecen!

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